lunes, 19 de septiembre de 2011

LOS CRACKERS SE PREPARAN PARA LA CONTIENDA ELECTORAL

La discusión sobre los hackers y la seguridad informática se ha puesto sobre la mesa a raíz de los casos recientes de robo de las cuentas de Twitter de Leonardo Padrón, Ibeyise Pacheco y Jesús Torrealba, entre otros.  Hace poco más de un año, cuando el Presidente de la República creo su @chavezcandanga, destacábamos que esto reflejaba un reconocimiento de la importancia que habían ganado los medios electrónicos (penetración de 40% de la población y crecimiento interanual de 25%), y que esta era la vía correcta de participación política en Internet, en lugar de una intervención, como se rumoraba en su momento. A través de estos medios, el Presidente podría comunicarse con una parte importante del país y prepararse para el 2012, cuando estimamos que en Venezuela estará cerca del 50% de su población conectada.

Estos ataques recientes siguen anunciando la importancia que tendrán los medios digitales en la próxima contienda electoral. En este caso, con acciones ilegítimas, siendo que la Ley Especial contra los Delitos Informáticos de 2001 tipifica como delito el acceso indebido a los sistemas que utilicen tecnologías de la información, así como las violaciones de la privacidad de las comunicaciones.  Antes de Internet, como la conocemos hoy, ya existían los hackers. De hecho, este término, que fue utilizado en los años sesenta en comunidades académicas como la del MIT en Estados Unidos, realmente hacía referencia a aquellas personas con amplios conocimientos de sistemas informáticos que dedicaban gran parte de su tiempo a ellos, sin una connotación negativa. Con el tiempo, este término se ha empleado en la opinión pública para describir a aquellos individuos que violan sistemas de seguridad, a pesar de que el término que le correspondería sería más bien el de cracker.

Internet ha tenido que lidiar con estos crackers durante toda su existencia. Hacia finales de los años ochenta ya en Estados Unidos fue acusado el primero de ellos por propagar virus informáticos en redes académicas y militares. Robert Morris fue acusado y tuvo que pagar tres años de libertad condicional, horas de servicio comunitario y una multa algo superior a los 10.000 dólares americanos.  
¿Serán castigados los crackers en Venezuela?

No hay comentarios:

Publicar un comentario