EL EMERGENTE PODER SOCIAL EN EL CIBERESPACIO
“El poder, tiene dos formas que se suelen combinar. Una, la coacción, el obligar legal o ilegalmente por la posibilidad de ejercer violencia o intimidación. La otra es influir las mentes, influir en lo que pensamos porque determina lo que hacemos”. “Esto es, el poder está en las mentes. En nuestras sociedades es esta segunda forma de poder la que es decisiva.” “Quien sea capaz de diseñar y hacer funcionar en un sentido u otro el proceso de comunicación socializado tiene una de las claves del poder.”
Entonces, podemos decir que esa capacidad de intervenir en la mente de las personas es la que le concede al Internet un poder omnipresente. Y quien puede negar eso cuando es evidente que parte de la actitud del público y del debate de los asuntos políticos ha migrado a las redes sociales, donde grupos minoritarios reclaman liderazgo y han logrado obtener influencia entre los jóvenes, ese grupo social que ahora se expresa en el ciberespacio como un conjunto de “indignados” ciudadanos ante la exclusión y falta de oportunidades, ante democracias fallidas, ante la corrupción gubernamental, entre otros muchos temas políticos que la post modernidad impone.
Pero ese poder emergente que apenas asoma a la superficie, cual punta de iceberg, ya asusta a la gerontocracia. Ese modo de participación democrática, sin representación y sin intermediación alguna, preocupa al status que político. En la cumbre denominada “eG-8” se habló de la necesidad de imponer los controles del estado nacional a Internet. Ya Hillary Clinton advirtió que “las personas, no las tecnologías, cambian a los regímenes; pero que el acceso a éstas debe ser protegido.”
Esperamos que no se logre ese intento de ejercer control político sobre el ciberespacio. Que no se le pongan límites al poder que tiene el Internet para romper las caducas estructuras de dominio político y económico que unos pocos tienen sobre muchos. Estructuras que explican regímenes totalitarios, partidocracias, violaciones a los derechos humanos, pobreza, inequidades…
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