TEMA: ARMAS BACTERIOLÓGICAS
Se trata de materiales tóxicos producidos por organismos patógenos, usualmente microbios, o sustancias manufacturadas artificialmente, que son usadas de manera intencional para interferir con los procesos biológicos de un huésped, al cual incapacitan temporal o permanentemente o, incluso, lo matan. Su blanco puede ser, prácticamente, cualquier organismo viviente, desde la vegetación o los animales, hasta los propios seres humanos. Pero también pueden ser usados para contaminar sustancias no vivas, como el aire, el agua o el suelo, como se plantea en las películas. Existe una gran variedad de microorganismos que pueden ser usados como armas biológicas.
Los agentes tóxicos empleados con este fin son seleccionados por su elevada toxicidad, su facilidad de obtención, lo económico de su producción, su capacidad de dispersión (usualmente en forma de aerosol) o de transferencia de persona a persona, o la inexistencia de una vacuna contra ellos.
Sin embargo, y a diferencia de lo que ocurre en el cine, aunque es posible desarrollar armas biológicas a partir de microbios, usualmente bacterias, encontrar los medios adecuados para distribuir las sustancias activas es difícil.
Ya se mencionó que una de las formas de dispersión son los aerosoles, pero este medio puede no ser efectivo, debido a que los materiales se atascan frecuentemente cuando se rocían. Además, los agentes biológicos distribuidos a través del aire pueden ser destruidos por la luz ultravioleta (rayos UV), o arrastrados por la lluvia. Otro recurso imaginado es unir las toxinas a una bomba, de manera que se liberen por la explosión de la misma. El problema, en este caso, es que los microbios o sus toxinas serían destruidos por la explosión.
Ya se mencionó que una de las formas de dispersión son los aerosoles, pero este medio puede no ser efectivo, debido a que los materiales se atascan frecuentemente cuando se rocían. Además, los agentes biológicos distribuidos a través del aire pueden ser destruidos por la luz ultravioleta (rayos UV), o arrastrados por la lluvia. Otro recurso imaginado es unir las toxinas a una bomba, de manera que se liberen por la explosión de la misma. El problema, en este caso, es que los microbios o sus toxinas serían destruidos por la explosión.
Entre la gran variedad de microorganismos que pueden ser usados como armas biológicas, pueden citarse los siguientes ántrax (Bacillus anthracis), botulismo (Clostridium botulinum), enteritis necrosante (Clostridium perfringens), ricina, y el virus de la viruela.
Ántrax
Es una enfermedad muy seria, que se transmite de persona a persona y es causada por una bacteria (Bacillus anthracis) que forma esporas (una especie de células "dormidas", que pueden "despertar" bajo condiciones apropiadas). Existen tres tipos de ántrax: en piel (cutáneo), en pulmones (por inhalación), y en el aparato digestivo (gastrointestinal).
Es una enfermedad muy seria, que se transmite de persona a persona y es causada por una bacteria (Bacillus anthracis) que forma esporas (una especie de células "dormidas", que pueden "despertar" bajo condiciones apropiadas). Existen tres tipos de ántrax: en piel (cutáneo), en pulmones (por inhalación), y en el aparato digestivo (gastrointestinal).
La variedad cutánea puede curarse con relativa facilidad mediante el uso de antibióticos (la tasa de mortalidad es menor al 20 por ciento de los casos no tratados); el tipo gastrointestinal es más serio, y causa la muerte a entre el 25 por ciento y poco más de la mitad de los casos; y la forma más peligrosa es pulmonar.
El ántrax fue utilizado como arma biológica en Estados Unidos en 2001, cuando bioterroristas enviaron deliberadamente cartas contaminadas con esporas, a través del correo postal. Como consecuencia de ello, se registraron 22 casos de infección por ántrax.
Botulismo
Es una enfermedad rara pero paralizante, causada por una toxina nerviosa producida, principalmente, por una bacteria (Clostridium botulinum). Se conocen cinco clases de botulismo (adquirida por alimentos, a través de heridas, por consumo de esporas en la infancia, por colonización intestinal en adultos, y por sobredosis accidental), todas ellas consideradas como emergencias médicas de desenlace fatal.
Es una enfermedad rara pero paralizante, causada por una toxina nerviosa producida, principalmente, por una bacteria (Clostridium botulinum). Se conocen cinco clases de botulismo (adquirida por alimentos, a través de heridas, por consumo de esporas en la infancia, por colonización intestinal en adultos, y por sobredosis accidental), todas ellas consideradas como emergencias médicas de desenlace fatal.
Enteritis
Enfermedad producida por una bacteria (Clostridium perfringens), formadora de esporas y transmitida a través de los alimentos. En aves de corral, provoca una mortalidad del 75 por ciento; en humanos, la mitad de los casos termina en el panteón, y la otra mitad, con un pedazo menos de intestinos. La bacteria sobrevive en condiciones de ausencia o escasez de oxígeno, así como de elevadas temperaturas.
Enfermedad producida por una bacteria (Clostridium perfringens), formadora de esporas y transmitida a través de los alimentos. En aves de corral, provoca una mortalidad del 75 por ciento; en humanos, la mitad de los casos termina en el panteón, y la otra mitad, con un pedazo menos de intestinos. La bacteria sobrevive en condiciones de ausencia o escasez de oxígeno, así como de elevadas temperaturas.
Ricina
Es una toxina encontrada naturalmente en las semillas de ricino, y constituye un subproducto de desecho en la producción del aceite de ricino. Cuando la ricina ingresa a las células de una persona, impide que éstas procesen las proteínas que necesitan; sin esas proteínas, las células mueren. Eventualmente, esto es dañino para todo el cuerpo, y puede conducir a la muerte. Los efectos del envenenamiento por ricina dependen de si ésta fue inhalada, ingerida o inyectada. Si se prepara como material parcialmente purificado o refinado, para convertirlo en un agente bélico, la ricina puede ser usada para exponer a la población a sus efectos, a través del aire, los alimentos o el agua. Por fortuna, el envenenamiento con ricina no es contagioso. No puede propagarse de persona a persona mediante el contacto casual.
Es una toxina encontrada naturalmente en las semillas de ricino, y constituye un subproducto de desecho en la producción del aceite de ricino. Cuando la ricina ingresa a las células de una persona, impide que éstas procesen las proteínas que necesitan; sin esas proteínas, las células mueren. Eventualmente, esto es dañino para todo el cuerpo, y puede conducir a la muerte. Los efectos del envenenamiento por ricina dependen de si ésta fue inhalada, ingerida o inyectada. Si se prepara como material parcialmente purificado o refinado, para convertirlo en un agente bélico, la ricina puede ser usada para exponer a la población a sus efectos, a través del aire, los alimentos o el agua. Por fortuna, el envenenamiento con ricina no es contagioso. No puede propagarse de persona a persona mediante el contacto casual.
Viruela
La viruela es una enfermedad muy seria, contagiosa y, ocasionalmente, fatal, contra la que no existe un tratamiento específico, y la única medida preventiva es la vacunación. Aunque la enfermedad ha sido erradicada, puede producirse en los laboratorios, a partir de sus bancos de cepas virales. Así las cosas, al margen de la ficción cinematográfica, las armas biológicas constituyen una amenaza real para la humanidad, dada su potencial utilización por organizaciones terrorista.
La viruela es una enfermedad muy seria, contagiosa y, ocasionalmente, fatal, contra la que no existe un tratamiento específico, y la única medida preventiva es la vacunación. Aunque la enfermedad ha sido erradicada, puede producirse en los laboratorios, a partir de sus bancos de cepas virales. Así las cosas, al margen de la ficción cinematográfica, las armas biológicas constituyen una amenaza real para la humanidad, dada su potencial utilización por organizaciones terrorista.
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