jueves, 25 de agosto de 2011

El concepto de soberanía tecnológica se implanta en Europa

La autonomía europea en los asuntos mundiales.

 
Más de un centenar de expertos de Francia y Alemania, en el marco del tercer coloquio sobre Independencia de Europa y Soberanía Tecnológica (en Augsburgo), propusieron una serie de iniciativas para asegurar la autonomía de la Unión Europea en los asuntos mundiales:

Creación de una Agencia de Inteligencia Económica Europea, de una red de centros de I+D especializados en tecnologías estratégicas.

 Una Escuela Europea de Periodismo que afirme los valores culturales de la vieja Europa.

 Una estrategia que consagre al euro como moneda de intercambio para las materias primas, en sustitución del dólar.

El coloquio de Augsburgo, continuación de los celebrados en París (abril 2004) y Madrid (octubre 2005), destacó que el concepto de soberanía tecnológica de Europa, lanzada hace un año por Paneuropea Francia, comienza a ser reconocido por un número creciente de políticos y editorialistas.

Mesa Redonda sobre Seguridad y Defensa

Un consenso se manifestó sobre la necesidad para los Estados miembros de la Unión Europea de dotarse de una política de defensa y seguridad común que se base en fuerzas propias equipadas de materiales y medios producidos por la industria europea, bajo los auspicios de la Agencia Europea de armamento en fase de creación.

De momento, sólo se trata, en el estado actual de los 25 miembros, de una Europa (parcial) de la defensa y no de una Europa de la defensa. Una verdadera defensa de Europa supondrá que, en compatibilidad técnica con la OTAN, pero sin dependencia respecto a la Alianza Atlántica, sean desarrollados los medios que todavía son insuficientes: satélites de observación y telecomunicaciones reforzadas, vectores aéreas y terrestres pilotadas y sin pilotos, todo ello en el marco del concepto omnipresente de guerra centrada en la información (net-centric war). Mucho queda por hacer en estos ámbitos, sin que por ello se deba exigir un aumento considerable de los presupuestos militares.

Se trataría sobre todo de organizarse mejor para sacar partido de los recursos humanos y presupuestarios disponibles. Pero no se ve aún que, en ausencia de una soberanía política europea, la Unión pueda impulsar esta evolución, a pesar de todo indispensable. La fórmula de la cooperación reforzada es la la única actualmente disponible. El ejemplo de la empresa Eurocopter, que pudo desarrollar productos que están entre los mejores del mundo, gracias a pedidos conjuntos de los Ministerios de Defensa frances y alemán, es presentada como el prototipo de lo que sería necesario hacer en otros ámbitos.

No se abordó el problema de las fuerzas nucleares estratégicas francesas y británicas. El tema, no obstante, se plantea cada vez con más agudeza, habida cuenta de la dificultad de impedir la proliferación de las armas atómicas.

En esta mesa redonda se expuso sobre lo que está en juego para Europa en materia de soberanía espacial. Se recordó que Europa se siente en el deber de proponer una política a largo plazo en los 4 ámbitos clave:

  • La defensa-seguridad.
  • La exploración científica.
  • Las aplicaciones económicas (en particular, Galileo y GMES).
  • Vuelos espaciales habitados de larga distancia.
Este Congreso asumió por unanimidad el concepto de soberanía tecnológica y presentó numerosas propuestas que pueden concretarse en decisiones políticas, tanto al nivel de los Estados miembros como al nivel de la Unión.
 
Mesa Redonda sobre Inteligencia

De esta mesa, se recordó el inquietante retraso de los países europeos en el conjunto del ámbito de la informática, redes, programas informáticos y contenidos en una
los participantes, sin poner en entredicho este diagnóstico, presentaron algunas vías que deberían permitir a los países europeos no perder el paso en estos ámbitos:

- Encargar superordenadores y equipamientos vanguardistas a los industriales europeos para cubrir las necesidades institucionales.
 
- Generalizar las redes de competencia y de trabajo de ámbito regional, asociando laboratorios públicos, universidades y empresas en el desarrollo de tecnologías de convergencia (NBIC).
 
- Establecer una verdadera política europea de la investigación (Markus Ferber, diputado europeo) cumpliendo los objetivos de Lisboa (3% del PIB consagrado a la investigación), crear un Consejo Europeo de Investigación que sea dinámico, financiar grandes proyectos estructurales, tanto en cuanto a grandes equipamientos como a programas a largo plazo.
 
- Asociar los medios de comunicación a toda esta estrategia.
 
- La imperiosa necesidad, para los sistemas de información de las administraciones y empresas, de protegerse contra las intrusiones.
 
 

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