EL DIPLOMADO DE ANÁLISIS DE INTELIGENCIA COMUNICACIONAL.
POR JULIO FUENTES.
Los países en vía de desarrollo como Chile, están obligados en la era del conocimiento a adaptarse a una Complejidad Tecnológica imperante y constantemente innovadora. Lo que trae como consecuencia para el estado y sus gobiernos una permanente incertidumbre, en el momento de la toma de decisiones en lo referido a política tecnológica.
De la misma forma y periodicidad como se innova, modifica o se produce obsolescencia en la tecnología concreta, arrastra irremediablemente a que lo hagan las tecnologías organizacionales e institucionales. Surge por lo tanto la necesidad de una constante Vigilancia Tecnológica.
Por ahora no existe la capacidad de medir de una manera universal, el grado de complejidad tecnológica - ya sea de un producto o proceso-. Esa limitación impide, por ejemplo, comparar esa complejidad con un nivel de tecnología manejable y de esa forma poder tomar decisiones y diseñar estratégicas precisas.
En estricto rigor y conforme a experiencia recogidas, Chile requiere y requerirá por mucho tiempo más, de un proceso de búsqueda y análisis para una política tecnológica inteligente, estratégica y en común acuerdo con sus expectativas de desarrollo y crecimiento. Su dependencia global y con su sistema de economía abierta, accede de lleno a un mundo competitivo en lo tecnológico y científico, que conlleva a una necesidad de captar las innovaciones que se están desarrollando. Al respeto el estado de Chile está obligado a enfrentar el llamado desafío tecnológico planetario, dado que se ha planteado como objetivo de gobierno “la modernización del estado”, que a medida que progresa se está transformado en un objetivo nacional permanente.
Conforme a lo anterior, nuestro país, y me atrevo a decir que muchos de llamados estado- nación en vías de desarrollo, requieren hoy más que nunca una política tecnológica dentro de parámetros flexibles, con una visión y pensamiento global pero, en concreto con un hacer local. La limitación que se advierte -por lo complejo de la tecnología -, exige que cualquier política que se establezca al menos debe regirse, dentro de ciertos parámetros fundamentales, de tal forma de poder controlar una parte de la incertidumbre que se genera,-“ la posibilidad más probable que suceda”. Al respecto se citan los más importantes:
1.- Debe considerar Vigilancia Tecnológica abierta al campo externo e interno, constante.
2.- Atender a características tecnológicas duales, sinérgicas e interdependientes
3.- Incorporar la ética, con miras a la protección humana y ecológica
4.- Considerar la complejidad tecnológica como una limitación
5.- Buscar la innovación + D, para nuestros propósitos presentes y medianos lazo
6.- Evitar la dependencia
7.- Estar vigilante para detectar el cambio u obsolescencia
8.- Establecer una política tecnológica integral; Concreta, Institucional y organizacional
9.- Considerar un proceso completo de evaluación y conseguir un equilibrio real de costo- beneficio, presente y futuro en la adquisición de alguna tecnología.
10.- Considerar las Tics como herramienta fundamental en el proceso de desarrollo científico y tecnológico.
El Diplomado de análisis de Inteligencia Comunicacional, genera las respuestas de hoy a las necesidades del mañana en materias de necesidades tecnológicas, entrega herramientas para hacer la vigilancia tecnológica en el ciberespacio y propone estrategias de búsqueda.
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