¿Cómo llegamos a ser la especie más avanzada en un pequeño
planeta verde azulado, orbitando una estrella aparentemente insignificante, en
una de las millones de galaxias del Universo?
La ciencia ha encontrado
unas respuestas extraordinarias a esta pregunta.
Mirando hacia atrás a
través del tiempo, parecería que nuestra existencia depende de una secuencia
cósmica de momentos aparentemente accidentales.
La Estación Espacial
Internacional: un triunfo de la inteligencia humana
En noviembre de 2000,
los primeros astronautas llegaron a la EEI y, desde entonces, hemos mantenido
una base permanentemente tripulada entre las estrellas.
Podemos aventurarnos en
el espacio porque nuestra especie ha acumulado conocimientos de física e
ingeniería por generaciones, hasta el punto en el que podemos lanzar un cohete
desde la superficie de la Tierra que viaja a una velocidad de 11 kilómetros por
segundo.
Eso nos hace la única
criatura en el planeta -y posiblemente la única en nuestra galaxia e incluso el
Universo- en haber salido de su mundo hogar por motu propio.
¿Cómo nos convertimos en
un animal tan único?
Hace un millón de años
¿Será que los cambios en
la órbita de la Tierra nos hicieron inteligentes?
La inteligencia humana
nació en el Gran Valle del Rift en África Oriental, cuando nuestros ancestros
primates desarrollaron cerebros cada vez más grandes.
Es posible que eso haya
ocurrido debido al Sol, la Luna y otros planetas de nuestro Sistema Solar.
Su fuerza de gravedad
hace que cambie cuán elíptica es la órbita del planeta a lo largo de miles de
años.
Eso a su vez afecta el
clima del planeta.
Y cuando se examinan los
fósiles, el incremento del tamaño del cerebro de nuestros ancestros sucedió
cuando la órbita de la Tierra estaba más elíptica.
Era una época de cambios
climáticos rápidos y violentos, cuando la adaptabilidad y la inteligencia
representaban una enorme ventaja evolutiva.
Hace 65 millones de años
Sin embargo, nuestros ancestros
primates podrían no haber siquiera existido.
Hace 65 millones de años, los
dinosaurios dominaban el mundo, como lo habían hecho durante 160 millones de
años.
Si los dinosaurios no hubieran
sido eliminados, la cadena de la evolución de los mamíferos que llevó a que
hubiera seres humanos podría haber sido obstaculizada
Martin Rees, Astrónomo Real
Y entonces, un asteroide de casi 9
kilómetros y medio de ancho, chocó contra la Tierra.
El impacto fue equivalente a más de
mil millones de las bombas de Hiroshima, y lanzó rocas y polvo a la atmósfera,
dejando al planeta en la oscuridad.
Más de la mitad de la vida en la
Tierra fue aniquilada, incluyendo a la mayoría de los dinosaurios.
Si esto no hubiera pasado, los
pequeños mamíferos similares a las musarañas, que fueron los ancestros de los primates
del Valle del Rift y todos los humanos, probablemente nunca habrían prosperado.
El mundo podría estar dominado por
los dinosaurios y sus descendientes todavía.
La vida existió en la
Tierra durante miles de millones de años con casi nada de oxígeno en el aire.
La mayoría de las
bacterias se alimentaban de dióxido de carbono y otros gases, como el metano.
Y entonces, un nuevo
tipo de bacteria apareció.
Estas cianobacterias
creaban energía de una nueva forma: con fotosíntesis, usando la luz del Sol para
separar el agua.
El oxígeno era un
desecho en este proceso pero, con el tiempo, los niveles en el aire fueron
incrementando hasta los que respiramos hoy.
Si eso no hubiera
ocurrido, y la Tierra hubiera seguido rodeada de dióxido de carbono y metano,
la vida animal no habría podido evolucionar en nuestro planeta jamás.
Hace 2.700 millones de años
Durante mil millones de
años, la única vida en la Tierra era unicelular.
Y entonces algo pasó y
creó el modelo para toda la vida compleja.
Dos células se unieron.
Se metieron una adentro
de la otra y, en vez de morir, formaron una especie de híbrido, que sobrevivió
y proliferó.
Y debido a que todos los
animales y plantas que existen hoy comparten el mismo componente fundamental
básico -el mismo tipo de estructura celular-, estamos muy seguros de que eso
sólo pasó una vez, en algún lugar de los océanos de la Tierra primordial.
Hace 3.800 millones de años
¿Cuál fue el momento en
el que la vida empezó por primera vez en la Tierra?
Ese sigue siendo uno de
los misterios más grandes sobre los orígenes de la existencia humana.
Pero tuvo que haber
moléculas que se combinaron para crearla.
Aunque aún no sabemos
cómo surgió la vida, muchos científicos creen que, en las condiciones
correctas, las probabilidades de que ocurriera por primera vez en las fuentes
hidrotermales submarinas son sorprendentemente altas.
Se les conoce también
como fumaderas o respiraderos y se encuentran en el fondo de los océanos.
Por esas grietas sale
una mezcla potente de químicos y energía que podrían haberse combinado para
crear la primera vida.
En cualquier caso, si
esas condiciones no hubieran existido en la Tierra, nuestro planeta hoy en día
no sería mucho más que una sopa aguada de químicos complejos.
Hace 4.000 millones de años
Para que la vida
empezara y prosperara, se necesitaba agua.
Pero la joven Tierra era
una bola de roca fundida caliente de manera que, de haber habido algo de agua
en la superficie, se habría evaporado e ido al espacio.
Entonces, ¿de dónde vino
el agua?
Probablemente había
parte atrapada en la profundidad de la Tierra cuando el planeta se formó, y eso
la salvó de la evaporación.
A medida que la Tierra
se iba enfriando, pudo salir, aprovechando las erupciones de los volcanes.
Y otro tanto vino de más
allá, con los cometas congelados que se estrellaron contra la Tierra.
Sin esa agua de las
profundidades y del espacio, el planeta no habría sido más que una bola de
piedra sin vida.
Hace 4.500 millones de años
La fuerza de gravedad de
la Luna cambia la forma en la que la Tierra se mueve en el espacio.
Eso afecta el clima, lo
que a su vez contribuye a determinar la evolución de la vida.
Nuestro planeta, sin
embargo, nació sin una luna.
Y en la creación de la
que tenemos, fue casi destruido.
Hace 4.500 millones de
años, otro planeta joven del nuevo Sistema Solar se estrelló con la Tierra.
Ambos casi se
despedazaron en la colisión.
La Tierra sobrevivió.
El otro planeta, no.
Una enorme cantidad de
despojos rocoso quedaron en el espacio.
La gravedad hizo que ese
despojos se fusionara y formaran la Luna.
El choque también liberó
hierro del núcleo de la Tierra, que pasó a ser parte del coctel químico del que
emergería la vida.
Hace 4.600 millones de años
Hay miles de millones de
sistemas solares en nuestra galaxia.
Pero el que es nuestro
hogar podría no haber existido jamás sin otro accidente cósmico.
Fue probablemente la
muerte de otra estrella, nacida millones de años antes que nuestro Sol, lo que
creó el Sistema Solar.
Una teoría es que esa
estrella explotó y encendió el gas inerte de una nube de polvo cósmico.
Nuestro Sol se formó de
eso, así como el disco giratorio de materia que se convirtió en los planetas.
De no haber sido así, la
nube que dio a luz a la materia de nuestro Sistema Solar -incluyendo la Tierra
y a nosotros-, podría haber seguido flotando hasta que, tras muchos millones de
años, se habría disipado.
Hace 13.800 millones de años
El Big Bang, el momento
en el que el Universo empezó a existir, posiblemente es el capricho del azar
más importante en la historia de la existencia humana.
En el Big Bang fueron
creados los ingredientes para el Universo: una serie de números, llamados
constantes de la naturaleza, como la velocidad de la luz, la fuerza de la
gravedad y el número de dimensiones en el espacio.
Lo extraordinario es que
esos números parecen ser los precisos para que haya vida en nuestro Universo.
Si fueran un poquito
diferentes, podría colapsar rápidamente, o no tener los elementos químicos
indicados, o las estrellas y planetas no se habrían formado.
Pero, ¿habrá alguna
razón para que aparentemente nos hayamos ganado la lotería cósmica?
Antes del tiempo...
Los modelos más
populares del origen de nuestro Universo indican que este es uno de numerosos,
hasta infinitos, universos.
Esos modelos predicen
que cada uno de esos universos tiene diferentes números para las constantes de
la naturaleza: gravedad más fuerte o más débil; luz más rápida o más lenta.
Si la teoría es cierta,
no debería sorprendernos que vivamos en el universo perfecto.
Así como en la lotería,
entre todos los universos que existen, habrá un boleto ganador: un universo con
las constantes de naturaleza correctas para crear las condiciones para exista
la vida.
Un universo humano.
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